La vivienda colaborativa en una era de pandemia

Investigadores de las universidades de Sevilla, Lund, Lyon, Técnica de Viena y Tampere se reúnen para abordar los beneficios de la vivienda colaborativa 

colaborativo

La Universidad de Sevilla ha acogido el primer encuentro de los miembros del proyecto CO-HOPE: Collaborative Housing in a Pandemic Era, en el que han participado un nutrido número de expertos en torno a la vivienda colaborativa en una era de pandemia. Se trata de un proyecto de investigación del programa JPI Urban Europe, en el que participan investigadores de la Universidad de Lund (Suecia), Universidad de Sevilla-ETS de Arquitectura y ETS de Ingeniería de Edificación (España), Universidad de Lyon (Francia), Universidad Técnica de Viena (Austria), Universidad de Tampere (Finlandia), Robert Temel (Austria); en colaboración con ayuntamientos, ONGs, cooperativas, asociaciones vecinales, etc. de diversos países europeos. 

Después del trabajo de campo en RompeMoldes (Edificio promovido y gestionado por EMVISESA) se han desarrollado varias reuniones de trabajo en la Escuela
Técnica Superior de Ingeniería de Edificación
con la estrecha colaboración de la dirección del centro. Los participantes manifiestan que "el derecho (humano) a la ciudad incluye el derecho a vivir en algún lugar con seguridad, paz y dignidad. En todo el mundo, las políticas orientadas al mercado que prevalecen y que se centran en la vivienda como una mercancía han fracasado a la hora de permitir una vivienda adecuada para todos. La pandemia del COVID-19 ha puesto de manifiesto este fracaso, también en Europa".

CO-HOPE es una respuesta a la crisis sanitaria, habitacional y social. A través de una investigación aplicada y teóricamente fundamentada sobre la vivienda colaborativa, el  proyecto pretende generar recomendaciones orientadas a los responsables políticos y poner en marcha un programa internacional de desarrollo de capacidades en materia de vivienda colaborativa que aborde el nexo entre asequibilidad, integración y salud.

Se espera que los resultados contribuyan a un cambio en la política y la provisión de vivienda hacia proyectos dirigidos por la comunidad que fomenten desarrollos urbanos transformadores sostenibles y más justos, como ya se está haciendo en algunos lugares en Europa.