En busca de nuevas chaperonas farmacológicas para tratar la enfermedad de Fabry

La US firma un acuerdo con el CSIC y la farmacéutica Amicus Therapeutics desarrollar medicamentos que ayuden a contrarrestar esta patología

Fabry
Alfa-Galactosidasa, la proteína deficitaria en la enfermedad de Fabry. / ProteinBoxBot, Wikipedia

El grupo de investigación Química Bioorgánica de Carbohidratos, liderado por la catedrática de la Universidad de Sevilla Carmen Ortíz Mellet, trabaja en un proyecto internacional para explorar moléculas, denominadas chaperonas farmacológicas, aplicables al tratamiento de la enfermedad de Fabry, una enfermedad rara de origen genético que puede afectar a los riñones, el corazón y la piel. Se trata de un acuerdo firmado con la biofarmacéutica estadounidense Amicus Therapeutics y el grupo de investigación del CSIC liderado por José Manuel García, del Instituto de Investigaciones Químicas (cic-Cartuja).

Las chaperonas farmacológicas son moléculas pequeñas capaces de unirse a proteínas que, como consecuencia de una alteración genética, son incapaces de plegarse de manera adecuada, ayudándoles a que adopten su plegamiento correcto y, de este modo, recuperar su funcionamiento óptimo. En las proteínas, la estructura tridimensional determina su función, de manera que una mutación puntual que impida que se pliegue adecuadamente y alcance su forma activa conlleva una disfunción que, en general, se traduce en patologías severas. Una chaperona farmacológica puede unirse específicamente a la proteína mutada, promover su correcto plegamiento y restaurar su función.

Las mutaciones genéticas que causan la enfermedad de Fabry interfieren con la actividad de una enzima (la alfa-galactosidasa lisosomal) que procesa biomoléculas conocidas como glicoesfingolípidos. Como consecuencia, en los pacientes de Fabry estas sustancias lipídicas se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos, afectando el funcionamiento de diferentes órganos.

La biofarmacéutica Amicus Therapeutics dispone del único medicamento actualmente en el mercado basado en el concepto de chaperona farmacológica. Este proyecto internacional pretende desarrollar nuevos candidatos de segunda generación con actividad y propiedades farmacocinéticas (relativas a su asimilación, biodistribución y metabolismo) mejoradas. Los compuestos serán seleccionados a partir de su eficacia, dosificación óptima y número de mutaciones que puedan beneficiarse de la terapia.