El IMSE coorganiza una reunión internacional sobre la exploración de Marte del equipo MEDA

Aprovechando el descanso que se tomará el rover Perseverance mientras el planeta Marte pasa justo por detrás del Sol, el equipo internacional de científicos e ingenieros del instrumento español MEDA se da cita en Sevilla, en la sede de la Agencia Espacial Española, para hacer balance de los resultados obtenidos hasta la fecha y discutir los planes de trabajo futuro

MEDA
Detalle de los sensores de MEDA ubicados en el mástil del rover Perseverance de NASA

Aprovechando los 21 días que el rover estará en reposo esperando a que Marte y la Tierra tengan mejor línea de comunicación tras la conjunción planetaria (período en el que Marte, el Sol y la Tierra estarán alineados), los miembros del consorcio internacional que han desarrollado el instrumento MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer, Analizador de la dinámica ambiental marciana), procedentes de 7 países, se reunirán en Sevilla del 14 al 17 de noviembre, en una reunión acogida por la recientemente creada Agencia Espacial Española (AEE). Conjuntamente con la AEE, organizan este encuentro el Instituto de Microelectrónica de Sevilla (IMSE-CNM), centro mixto de la Universidad de Sevilla y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

Durante estos días, el equipo analizará los últimos datos obtenidos, discutirá el estado del instrumento tras los casi mil días marcianos que lleva en operación, se comentarán los trabajos científicos que están siendo desarrollados actualmente, y se planificarán las siguientes campañas de estudio y estrategias de medida.

El rover Perseverance de la misión Mars 2020 de la NASA aterrizó con éxito cerca del borde occidental del cráter Jezero (18.44ºN, 77.45ºE) el 18 de febrero de 2021. Desde entonces, la misión se ha centrado en la búsqueda de indicios de posible vida pasada en Marte, así como en la realización de estudios ambientales actuales. Durante este tiempo, el robot explorador también ha tomado, por primera vez en la historia, un conjunto de muestras para su posible traslado a la Tierra en la próxima década.

Perseverance también afronta el reto de entender mejor la dinámica atmosférica marciana en apoyo de la futura exploración de ese planeta, tanto tripulada como no tripulada. Para ello, el rover cuenta con el instrumento español MEDA, uno de los siete instrumentos a bordo, y con el que lleva a cabo una continua y precisa caracterización de los procesos físicos más relevantes en la capa más baja de la atmósfera marciana. Los datos recibidos ponen de manifiesto una meteorología muy variable en Jezero, tanto espacial como temporalmente, que controla los cambios que se producen en la superficie marciana actual en el cráter.

El duro entorno atmosférico en Jezero, Marte

Ahora que la NASA y la Agencia Espacial Europea planean volver a Marte a finales de esta década para traer a la Tierra las muestras de suelo y roca que Perseverance está recogiendo, los resultados que MEDA proporciona son de enorme importancia. De finalmente emplearse helicópteros para la recogida de esas muestras, éstos tendrán que ser capaces de volar en las duras condiciones atmosféricas, y sobrevivir a las intensas tormentas de polvo marcianas, de ahí la importancia de estas medidas para el futuro.

En conjunto, los datos que MEDA está registrando ayudarán a los ingenieros a diseñar las futuras misiones, preparar a los astronautas, y concebir los hábitats que permitirán hacer frente a esas arduas condiciones. MEDA está proporcionando medidas meteorológicas de alta precisión que permiten por primera vez caracterizar la atmósfera de Marte desde las escalas locales hasta la escala global, recogiendo información de lo que sucede a miles de kilómetros. Todo ello redundará en un mayor conocimiento y en la mejora de los modelos predictivos del clima marciano.

El instrumento español es, sin duda, un éxito de la ciencia y la tecnología aeroespacial española, tanto de las instituciones públicas como de nuestra industria, y afianza nuestra gran capacidad en el contexto aeroespacial internacional.

El instrumento MEDA

El instrumento MEDA está a cargo de la caracterización ambiental y del polvo en superficie, registrando todas esas magnitudes de manera ininterrumpida durante toda la duración de la misión. Los sensores están distribuidos por la cubierta y el mástil del vehículo, y realizarán sus operaciones en coordinación con el resto de los instrumentos que también forman parte de la misión. En concreto, MEDA consta de siete sensores para medir la dirección y velocidad del viento, la humedad relativa, la presión atmosférica, la radiación solar ultravioleta, infrarrojo y visible incidentes, las propiedades del polvo en suspensión, la temperatura del suelo y del aire, y además, una cámara para tomar imágenes del cielo marciano (incluidas las nubes).

MEDA fue construido por un equipo internacional liderado por el Centro de Astrobiología (CAB) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), y del que también forman parte las siguientes instituciones españolas: Instituto de Microelectrónica de Sevilla (Centro Mixto US-CSIC), la Universidad Politécnica de Cataluña (Grupo de Micro y Nanotecnología),  la Universidad del País Vasco, la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto de Química-Física Rocasolano, así como la imprescindible contribución de la industria con Airbus CRISA,  AVS-Added Value Solutions y ALTER Technology.

También forman parte del consorcio las siguientes instituciones internacionales: Jet Propulsion Laboratory de NASA (JPL), Lunar and Planetary Institute (LPI), Space Science Institute (SSI), Aeolis Research, NASA Ames Research Center, NASA Goddard Space Flight Center, el Instituto Meteorológico Finés y la Universidad de Padua.

MEDA es una contribución de España a la misión Mars 2020 de la NASA, y ha sido financiada a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y la Agencia Estatal de Investigación (AEI) del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICIN). Las contribuciones estadounidenses han sido financiadas por el programa Game Changing Development dentro de la Dirección de Tecnología Espacial para Misiones de la NASA.