La US inicia el voluntariado para apadrinar a una cría de vencejo

El periodo de apadrinamiento de la cría oscila entre 7 y 30 días, hasta que el ave pueda volar

Cría de vencejo

La Oficina de Sostenibilidad de la Universidad de Sevilla, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, SEO/BirdLife y EcoUrbe han lanzado la iniciativa ‘Apadrina un vencejo’, que ha sumado 25 participantes en tercera edición y que durará hasta el mes de septiembre.

Esta iniciativa consiste en cuidar un vencejo en casa hasta que el ave pueda volar. Los voluntarios serán responsables de la cría y deberán alimentarla cada dos horas con gusanos tenebrios y grillos. La Oficina de Sostenibilidad ha ofrecido para tal fin un curso de dos horas en las instalaciones del CREA (Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Andalucía) de Sevilla, para aprender a cuidar las aves. En el curso se han expuesto todos los detalles de alimentación, tiempo de cría y otros cuidados complementarios. 

El proceso se inicia con la llegada de los polluelos caídos de los nidos al CREA, donde los voluntarios los recogen para empezar a cuidarlos. Se realiza un seguimiento por parte de los especialistas del Centro de Recuperación de las acciones llevadas y cabo, y se responde a las dudas de los apadrinadores. 

El vencejo es un ave que recorre cientos de kilómetros desde el norte de África, para poblar los cielos de nuestras ciudades con sus rápidos vuelos y agudos chillidos. El vencejo anida en las grietas de las paredes, buhardillas, cornisas y cajas de persiana, pero debido a la arquitectura moderna, donde priman las fachadas lisas, la ciudad se ha vuelto un lugar inhóspito para esta ave. Es habitual que los polluelos caigan de los nidos y no sean capaces de remontar el vuelo, lo que les convierte en presa fácil para otros depredadores.

Por esa razón, el Plan Estratégico de Sostenibilidad de la Universidad contempla que el diseño de las nuevas edificaciones potencie la biodiversidad de los campus y,  por tanto, de la ciudad de Sevilla. En el caso de los vencejos, las golondrinas y los aviones, se establecen unas directrices para que los edificios tengan unas cornisas y grietas en la fachada que favorezcan la nidificación de estas especies.

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